Abstract

Las propuestas de raleo para los bosques de Nothofagus en Tierra del Fuego se han definido a partir de parcelas de monitoreo a largo plazo, según el manejo silvícola planteado. El objetivo es presentar resultados para N. betuloides-guindo (Ea. Moat, 1994), N. pumilio-lenga (Aguas Blancas, 1999), y N. antarctica-ñire (Ea. San Pablo, 2009), remarcando las diferencias y potencialidades. El bosque de guindo fue raleado 3 veces con diferentes intensidades de raleo, presentando crecimientos máximos de 17,4 m³/ha (3500 arb/ha), 21,0 m³/ha (1500 arb/ha) y 12,9 m³/ha (483 arb/ha). El bosque de lenga fue intervenido dos veces con diferentes esquemas (selección, distanciamiento y fajas), ej. los raleos fuertes (con y sin poda) tuvieron máximos de 7,1 m³/ha (2300-2600 arb/ha) y 8,3 m³/ha (760-877 arb/ha). El bosque de ñire fue intervenido una vez con diferentes intensidades de raleo buscando mejorar el crecimiento de las pasturas, alcanzando 4,7 m³/ha en el suave (681 arb/ha) y 4,4 m³/ha en el fuerte (344 arb/ha). Estas prácticas detuvieron la mortalidad por autoraleo, que es muy importante en los testigos (ej. 11700 arb/ha en 1996 a 4900 arb/ha en 2018 en el bosque de lenga), y está estrechamente relacionada con el clima (r²-adj=0,68 empleando como proxy a la productividad primaria neta y a la precipitación obtenidas con MODIS). Las diferentes experiencias muestran la conveniencia de implementar en las primeras etapas raleos sistemáticos (regeneración <3 m de altura) eliminando individuos hasta en el 75% de la superficie, y continuar con raleos que conduzcan a los individuos seleccionados para controlar las ramificaciones del fuste. En el caso del ñire, los raleos posibilitan la producción de madera de calidad junto con mejores pasturas, pero son menos resilientes ante eventos inusuales (ej. ataques de cuncunas). Se discuten algunas conveniencias de implementación y factibilidad económica en diferentes escenarios y alternativas silviculturales.