Abstract

En este artículo pretendemos referirnos a la centralidad que va asumiendo la conformación de una cultura sindical-laboral, de parte de los trabajadores, como actores activos de “lo público”, de sus avances y retrocesos en materia de ampliación de los espacios de negociación y participación política. en un contexto en que plantea contradicciones al abrirse aun esquema global del trabajo vinculado simbióticamente a la politización de las relaciones laborales e industriales, y donde la clase trabajadora se encuentra caracterizada por una alta permeabilidad a los proyectos de las elites políticas y a los partidos políticos oficialistas, sumado a una identicación corporativa con el proyecto empresarial