Abstract

Chile es uno de los principales exportadores de manzanas a nivel mundial y líder del hemisferio sur, con más de 750 mil toneladas enviadas en 2019. Sin embargo, la superficie plantada con manzanos se ha reducido en los últimos año, incrementado la de especies más rentables. En varios países, se han desarrollado programas de mejoramiento genético en búsqueda de variedades de manzanas atractivas para consumidores y productores. Chile, no había participado de ese proceso hasta el año 2009, momento en el cual dos iniciativas nacionales plantan los primeros híbridos en el país. Una de éstas, con el objetivo de obtener variedades que se adapten al clima cálido y estresante, cada vez más predominante en la zona central del país. El PMG Asociativo del Manzano ya ha identificado una treintena de híbridos interesantes, tres de los cuales tuvieron evaluaciones sobresalientes, proyectándose como ayuda para sortear los desafíos que se le plantean a la fruticultura chilena.