Abstract

Históricamente los territorios se han configurado a partir del arribo de sujetos y familias de diferentes orígenes cuyas tradicionales causas de movilidad están asociadas a la búsqueda de empleo y/o mejores expectativas de vida, contemplando trayectorias migratorias que aluden a espacios de origen y destino. Este artículo reflexiona sobre el concepto trayectoria migratoria y se cuestiona cómo se construye la trayectoria y cuáles son las estrategias y arbitrajes a los que recurre el/la sujeto (a) migrante. Se postula que la trayectoria migratoria comprende la articulación de todos los nodos que explican la salida de un lugar, el tránsito por otro y la permanencia. La trayectoria rompe con la tradicional idea de que sujetos migrantes salen de un destino y llegan a otro de supuesta acogida. La condición de acogida es puesta en tensión en dos sentidos: muchas de las trayectorias no coinciden con los proyectos originales de los sujetos, más bien, habitan actualmente en territorios que fueron parte de negociaciones en ruta y, en segundo lugar, algunas/os son sometidos a discursos y prácticas racistas lo que cuestiona el término acogida. La discusión se plantea desde el análisis de diez entrevistas en profundidad realizadas a inmigrantes latinoamericanos y del Caribe que residen en el norte chileno. Se analizan las decisiones detrás de cada movimiento; las estrategias que despliegan; y el sentido que asignan a cada nodo que compone su trayectoria migratoria. El análisis permitió la construcción de tres tipos de trayectorias definidas aquí como directa, azarosa y nómade. Desde estas aproximaciones se concluye sobre la necesidad de plantear una crítica a la política migratoria, en tanto, debe reconocer la condición en la que arriba un sujeto; la racialización con la que carga, e incluso, las violencias a las que se ven expuestas durante su ruta al no ser considerados sujetos de derecho.