Abstract

A lo largo del siglo XIX fue posible apreciar una actitud crítica respecto al arte colonial, surgida en contextos intelectuales liberales que promovían un arte académico que consideraban apropiado en el marco de una naciente cultura republicana. Sin embargo, los discursos que animaron esta mirada crítica hacia la producción artística bajo el dominio español en América, se expresaron no solo en el campo intelectual, sino también en el ámbito de las exposiciones de arte. El presente artículo examina la forma en que estas instancias expositivas visibilizaron no solo este espíritu crítico, sino los intentos por insertar al arte colonial en el relato de la historia del arte.