Abstract

La agricultura de rulo se caracteriza por desarrollarse en condiciones ambientales difíciles, donde sus habitantes han sabido adaptarse a las condiciones de su entorno a partir de los conocimientos de los ciclos naturales y del uso de los recursos locales. Esa adaptación está unida a fuertes relaciones sociales asociadas a la colaboración en la producción, donde hay un compromiso y también comidas compartidas al finalizar estas labores, que van unidas a fiestas populares y/o religiosas. Esta práctica se caracteriza por la producción agrícola de caracter artesanal, es decir, a pequeña escala, con productos que no son homogéneos y con fuerte arraigo a su territorio, donde la diversidad biocultural es un factor dominante.