Abstract

La Antártica ha emergido como un eje crucial en el debate sobre cambio climático y conservación planetaria, no obstante, su presencia en el aula sigue siendo marginal. Desde mi rol como docente de ciencias en la educación pública he podido constatar cómo el incorporar esta temática de manera significativa puede transformar la experiencia de aprendizaje del estudiantado. A través de la didáctica de las ciencias he desarrollado estrategias que permiten correlacionar el currículum nacional con fenómenos antárticos, dando sentido local a temas globales. Esta integración no solo motiva a las y los estudiantes, sino que promueve una alfabetización científica crítica: un enfoque que fomenta la capacidad de cuestionar, argumentar y tomar decisiones informadas, necesarias para una ciudadanía activa en tiempos de crisis climática. En este contexto, el uso de metodologías como el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y las Controversias Sociocientíficas (CSC) ha sido clave. Estas herramientas permiten que el estudiantado investigue, debata y simule decisiones sobre problemáticas reales, como la acidificación de los océanos, el retroceso de los glaciares o el rol del kril en los ecosistemas australes. En vez de ser meros receptores, los y las estudiantes se convierten en protagonistas de su aprendizaje, asumiendo roles activos como científicos, activistas o responsables de políticas públicas. Un ejemplo exitoso de este enfoque es la secuencia «Guardianes de la Antártica» del Instituto BASE