Abstract

Con el auge de la industrialización, muchos campamentos mineros en Latinoamérica y el mundo se convirtieron en el motor económico de vastos territorios. Luego, con el declive de la industria o por el agotamiento del mineral, el cierre de las minas ha dejado una dramática herencia de decaimiento económico, deterioro ambiental y crisis social. Los campamentos mas aislados han sido deshabitados, pero otros - mas integrados al sistema de centros poblados - continúan tratando de resurgir. Por otra parte ha surgido recientemente la tendencia a valorar las contribuciones de la actividad minera a la identidad local; y como un recurso patrimonial que podría gatillar nuevas opciones de desarrollo basadas en el turismo cultural. Dentro de este marco, el articulo presenta las contribuciones de esta tendencia al desarrollo sostenible, y discute su aplicabilidad para el caso del ex - territorio minero del carbón en Chile.