Abstract

La evaluación continua se ha constituido como una necesidad para las organizaciones e instituciones actuales, entendida de forma general como aquella dirigida a los trabajadores en activo. Desde el punto de vista teórico las fundamentaciones de la formación continua son: a) Adaptación a la evolución de los contenidos y tecnologías de los puestos de trabajo; b) promoción social dentro de la organización; y c) Prevención para anticipar posibles necesidades. La evaluación de los planes de formación está directamente relacionada con la visión que de los mismos tenga la organización. El modelo de referencia utilizado es el modelo propuesto por Kirkpatrick (1999) compuestro por 4 nieveles: Reacción de los participantes; Grado de aprendizaje; Transferencia al puesto de trabajo; y por último, el Impacto de la formación en la organización.