Abstract

Desde América del Sur La diversificación de latitudes y habitares en América del Sur, exponen por sí mismas la importante relación entre habitante y medio natural que existe en este continente, particularizando así asentamientos que surgieron espontáneamente y que se encuentran arraigados a una cultura de autoconstrucción, que va desde primitivos refugios, templos sagrados, arquitecturas de producción y arquitecturas cotidianas hasta conformar poblados de complejas interrelaciones urbanas por lo precisa de estas, de dependencia social y sustento entre y por los propios habitantes; así es posible con una mirada descubrir variables en las escalas de ocupación e integración de viviendas con el terreno, en desierto, en montañas, en valles, orillas fluviales, lacustre y en el borde mar. La autoconstrucción en maderas nativas en América del Sur, ha estado ligada a la construcción precaria (en este caso precariedad de lo justo), sin ningún tipo de parámetros establecidos que den cuenta del período útil de las construcciones y que así permita la prolongación de su existencia, a través de métodos como el reciclaje o re-utilización de piezas (como si sucede en la Isla Grande de Chiloé, Chile), o correcta protección de los elementos estructurales, esto procede en algunos casos a re-evaluar las estructuras en un posible cambio de uso, nomadismo o bien cuando el deterioro climático lo hace evidente. Es recientemente, que nace una preocupación por la recuperación, rehabilitación y cálculo de ciclo de vida de los materiales, en arquitecturas tan insólitas como eficaces que perduran o se generan al amparo de una necesidad espontánea de arraigo y vivencia de lo vernáculo al espacio, que se transformará así en “lugar”. Considerando esto en el Sur de Chile, la madera ha estado espléndidamente destinada a un desarrollo de arquitecturas simbólicas y cotidianas, de adaptación al clima y a la geografía, provocando toda una evolución cultural en torno a este noble material, y donde particularmente se tiene conciencia de un uso sostenido en el tiempo