Abstract

Históricamente, Chile ha mantenido una significativa concentración del poder a nivel político y fiscal. La vigencia de un régimen presidencialista ha influido en que el poder ejecutivo tenga amplias atribuciones para designar importantes autoridades regionales y además, tenga una alta injerencia en las decisiones sobre su gasto público. El siguiente artículo presenta cuatro problemas considerados ‘de base’ que han afectado directamente al desarrollo regional: la falta de legitimidad de los gobiernos subnacionales, la relativa precariedad de los recursos financieros, la paradoja entre la descentralización político-administrativa y el desarrollo territorial y la falta de una política sustantiva de investigación científica y tecnológica ‘en y para’ las regiones. Finalmente se presentan dos conclusiones respecto de la necesidad de aumentar la Inversión de Decisión Regional y de crear nuevas instituciones que permitan consolidar crecimiento económico con desarrollo sostenible a nivel regional.