Abstract

La conservación de los servicios ecosistémicos requiere de una herramienta de gestión que considere toda la cadena de producción y uso de los servicios ecosistémicos, ya que la conservación de los mismos dependerá de un equilibrio dinámico entre la oferta y la demanda de los servicios. Para poder comprender las relaciones de oferta y demanda de los servicios ecosistémicos, es necesario conocer tanto las características de los sistemas físico y ecológico, cómo los aspectos de la dimensión humana que determinan la demanda por los servicios que proveen los ecosistemas de un territorio determinado, estos aspectos a considerar incluyen características socioeconómicas, culturales y de gobernanza. La consolidación de un modelo de gestión, debe tener herramientas que aseguren la definición de un instrumento de administración pública que dé los lineamientos y que, además, sea capaz de dar respuesta a la necesidad de avanzar en la conservación, valoración, seguimiento y monitoreo del Área Marina y Costera Protegida. Los modelos actuales sugieren y se basan en conceptos dinámicos, modernos, participativos, efectivos y que además sean capaces de entregar, con valores reales, basados en metodologías y formulaciones replicables y medibles en toda su extensión y planteamiento. Sin embargo, para la caracterización de la estructura ecosistémica, en primer lugar, se requieren estudios de línea de base, con el fin de caracterizar los componentes de los ecosistemas, y de esta manera comprender cuáles son las interacciones clave que producen un proceso ecosistémico beneficioso para la sociedad. No es fácil comprender este proceso, ya que se requiere de estudios de alta complejidad, para estimar los flujos de servicio y la capacidad de carga de un ecosistema de proveer dicho servicio a futuro. Además, es necesario entender las dinámicas de demanda de servicios ecosistémicos, las cuales pueden variar en función de la dependencia que presenten las personas por el uso de los servicios ecosistémicos. Conocer los intereses sociales y las dinámicas de uso es clave para poder mantener los flujos de servicios y realizar estrategias de manejo contextualizadas a las necesidades e inquietudes de la sociedad local. Por lo tanto, desde la mirada conceptual, la administración y la directriz institucional tiene una función determinante en el futuro de los ecosistemas naturales, esto basado, principalmente en la definición de los lineamientos políticos, planes y programas desarrolladas en un área específica, los que pueden generar cambios significativos en los ecosistemas, que a su vez pueden impactar en el flujo de servicio, ya sea de manera positiva o negativa. Por lo tanto el manejo y la gestión integral de los servicios ecosistémicos, va a permitir mantener la integridad de los mismos y por otro lado, regular la demanda y el uso con el fin de asegurar la provisión de servicios a futuro, asegurando de esta manera una eficiente gestión desde la institucionalidad ambiental. La proyección, valoración de los servicios ecosistémicos de un lugar, o de un área protegida en particular, dependen de la información continua que se tenga del mismo, los vacíos de información, la escasez de datos y los datos no actualizados, producen sesgos de error para establecer estrategias, que tienen como componente principal la conservación y el seguimiento, y por lo tanto, aumentan el riesgo de la pérdida de un servicio ecosistémico. Por otro lado la caracterización de los actores sociales vinculados al AMCP-MU IGA, juegan un rol preponderante, de acuerdo a su competencia, influencia/poder, entre otros, para la toma de decisiones, apoyos sectoriales, fiscalización, uso, etc., y ciertamente se relacionan con los servicios ecosistémicos y su análisis extenso, permite su clasificación y, por lo tanto, su influencia y el rol en la generación de los planes de manejo. Para el AMPC-MU IGA los actores claves consideran tanto al servicio público, como a organizaciones de la sociedad civil, que tienen una alta dependencia de los servicios ecosistémicos que provee el lugar. Con base en métodos participativos, que incluyeron a los diferentes actores asociados al área protegida, los cuales son: actores clave y actores primarios y secundarios; se identificaron y priorizaron los servicios ecosistémicos del AMCP-MU IGA, que serían objeto de la valoración económica. Se priorizaron siete servicios, asegurando representatividad para cada tipo, a saber:  Servicios de provisión: Recolección de algas y Pesca.  Servicios de regulación: Mantenimiento de hábitat y reproducción, y Mantenimiento de restos arqueológicos y paleontológicos.  Servicios culturales: Uso para aventura del paisaje, Uso contemplativo del paisaje y Valor científico. De acuerdo a la información disponible y los recursos y tiempo disponible para la ejecución del estudio, se utilizaron diferentes metodologías de valoración para cada uno de los servicios ecosistémicos priorizados para el área protegida. Entre ellas, precio de mercado, costo de reemplazo, costo de viaje y función de producción. Los resultados de la Valoración Servicios Ecosistémicos del AMCP-MU Isla Grande de Atacama, se presentan expresados en USD/año. Con el objeto de asegurar la mantención y una gestión efectiva y eficiente de los servicios ecosistémicos del AMCP-MU IGA se propone un Plan de Monitoreo y Conservación, basado, principalmente en el manejo ecosistémico adaptativo, incorporando la gestión del riesgo de pérdida de servicios ecosistémicos del área.