Abstract

Después de casi seis años de debate parlamentario, el 22 de mayo de 2014 fue promulgada la Ley 20.750 que reforma la ley 18.838 (ley de televisión o del Consejo Nacional de Televisión) para permitir la migración a la televisión digital terrestre en Chile. La ley deja varios problemas sin resolver, particularmente relacionados con el apoyo en el acceso -por parte de los canales regionales, locales y comunitarios- a recursos públicos destinados a infraestructuras, con la consecuente merma en su acceso a frecuencias y, por lo tanto, al espectro radioeléctrico. Desde mayo de 2014 se han sucedido distintas acciones e hitos relacionados con el proceso de implementación del proceso de digitalización, que siguen ampliando los elementos en discusión. Entre ellos, el desarrollo del plan técnico de TV digital, la promesa de un canal de TV cultural en el discurso presidencial del 21 de mayo recién pasado y el anuncio de un fondo de producción comunitaria por parte del CNTV. Esta comunicación está basada en un seguimiento de la discusión por medio del análisis de documentos oficiales, análisis de prensa y mi propia participación en distintas instancias de representación social, técnica y/o académica relacionadas con el tema. Los datos acumulados dan cuenta de una política pública improvisada que plantea preguntas más que respuestas, acerca del cumplimiento efectivo de la promesa de más y mejor TV con la cual se inició este proceso de cambio tecnológico, pero también cultural.