Una Nama Agrícola para Chile mediante el secuestro de carbono orgánico en el suelo

Ovalle, C., Muñoz, C.,Wolff, M, C., Zagal, E., Stolpe, N., González, S., Ruiz, G., Barahona, V., Etcheverría, P., Fuentes, M., y Osorio, R.,

Keywords: mitigación, cambio climático, secuestro de carbono

Abstract

Las interrogantes que nos proponemos responder en esta publicación son ¿por qué debemos adaptarnos al cambio climático y también mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la agricultura? y ¿cómo una Nama puede contribuir a ello?. Al menos por dos razones. La primera es porque el mundo y el país están en una encrucijada: debemos contener y luego reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarnos al cambio climático, para que los agricultores y ganaderos puedan producir alimentos de manera sostenible y acceder a nuevos mercados que requerirán de productos de bajo impacto ambiental. La evidencia científica advierte que tenemos por delante unos cinco años para evitar el peligroso cambio climático que se generaría si la temperatura global promedio aumentara más de 2°C por encima de los niveles preindustriales y donde Chile será una de las regiones más afectadas si superamos esta barrera. Dicha proyección regional de cambio climático indica que es probable que aumente la frecuencia y la intensidad de los incendios forestales (lo ocurrido en el verano de 2017, con más de 600.000 ha quemadas, confirma dichas proyecciones), una disminución de las precipitaciones (excepto en la zona austral), un aumento de la incidencia de la sequía y de las temperaturas extremas. En este contexto, la agricultura juega un papel dual pero fundamental, ya que no sólo es responsable de una parte importante de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) (el 50% del metano, 70% del óxido nitroso) a la atmósfera, sino que también puede contribuir a su mitigación, a través del secuestro del carbono atmosférico y su retención, como carbono orgánico de los suelos (COS). Como tal, la agricultura se convierte en un potencial e importante sumidero. La segunda razón es porque la capacidad de producir alimentos para nuestra población y para exportar al mundo, en un contexto de cambio climático dependerá fundamentalmente de nuestra capacidad de mantener o incrementar la productividad primaria de los suelos. El manejo sostenible del suelo, en particular la incorporación al manejo de prácticas agronómicas que preserven o incrementen el contenido de materia orgánica, es esencial para la adaptación al cambio climático y, por ende, para la viabilidad de la agricultura chilena. Una Nama Agrícola para Chile mediante el secuestro de carbono orgánico en el suelo | 7 La salud de los suelos, dentro de lo cual la cantidad de materia orgánica es el principal indicador, controla la capacidad de producción de nuestros campos: suelos sanos, estables y productivos, permiten a los agricultores enfrentar de mejor forma los vaivenes del mercado y los efectos del cambio climático, debido a su influencia sobre la estructura y la química del suelo, lo que involucra una mejor infiltración, una menor erodabilidad, más capacidad de almacenamiento de agua, una mejor penetración de las raíces las que pueden explorar un mayor volumen de suelo y dar a las plantas una mejor fijación al suelo, y una mayor absorción de la luz solar con una menor emisión de calor a la atmósfera. ¿Qué es y por qué desarrollar una NAMA Agrícola? En el año 2007, los 195 países que adhieren a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), entre ellos Chile, decidieron que los países en desarrollo podrían aportar a la reducción global de emisiones de GEI, a través del desarrollo e implementación de Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación (NAMAs, por su sigla en inglés) y que estas acciones se realizarían de una manera, medible, reportable y verificable (MRV) (Ministerio de Medio Ambiente 2014). En agosto de 2010, Chile refrendó oficialmente ante la CMNUCC el compromiso voluntario de lograr una reducción de 20% de sus emisiones GEI en el año 2020 sobre la base de NAMAs. La declaración también explicitó que, para lograr este objetivo, se trabajaría en medidas de eficiencia energética, energías renovables y medidas de uso y manejo de los suelos, siendo éstas el foco principal de las acciones nacionalmente apropiadas de mitigación de Chile”. Es en este contexto, que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias y la Universidad de Concepción, en respuesta a un requerimiento del Ministerio de Agricultura, a través del Servicio Agrícola y Ganadero, y del Ministerio de Medio Ambiente, con financiamiento de INNOVA CORFO, desarrollaron el Proyecto de Investigación denominado “Una Nama agrícola para Chile, mediante el manejo sustentable de los suelos” (2014-2017), el cual identificó los usos del suelo y las prácticas de manejo que los agricultores pueden aplicar para aumentar el almacenamiento de carbono orgánico del suelo y mejorar la producción en un escenario de clima cambiante. La presente publicación reporta los principales resultados de este proyecto, con el objeto de contribuir de manera significativa a lograr las metas de reducción comprometidas por el país y aportar información para la adaptación al cambio climático a través del manejo sustentable de los suelos.

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Editorial: Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA
Fecha de publicación: 2020
Página de inicio: 1
Página final: 94
Idioma: Español