Abstract

Este capítulo se propone destacar que Chile y Argentina han tenido una historia económica más compartida de lo que las diferencias pudieran hacer creer. En ambos países se estableció desde la década de 1970 un régimen de acumulación neoliberal, el que a pesar de las diferentes etapas que ha experimentado, se ha mantenido hasta la actualidad. A su vez, el modo de regulación, especialmente el papel del Estado, funcionalmente cumple un fin similar de darle estabilidad y permanencia al capitalismo neoliberal en Chile y Argentina. Las economías regionales sureñas participan activamente de esta nueva etapa de desarrollo capitalista y manifiestan con claridad los fenómenos propios de regiones insertas en el mercado mundial a través de su producción agropecuaria, en cuanto a la formas en que se organiza el capital y el trabajo.