Abstract

En la actualidad, hay dos formas de aplicar el principio precautorio en el campo de la litigación doméstica: a través de la invocación del derecho internacional , o como un principio de derecho interno . En ambas circunstancias, la aplicación del principio requerirá una labor interpretativa para la decisión del caso en concreto. Dado lo anterior, este trabajo tiene por objetivo dar cuenta de los desafíos que la aplicación del principio precautorio ha tenido que enfrentar en nuestro ordenamiento jurídico, como elemento interpretativo, en especial en la litigación ambiental en la resolución de: i) de recursos de protección ; ii) de casos en el contexto del contencioso administrativos; y iii) acciones de reparación de daño ambiental, no sólo ante los tribunales ordinarios sino también en la nueva judicatura ambiental. Respecto del recurso de protección, cabe tener en consideración que éste ha sido una herramienta utilizada en su mayoría por la ciudadanía para hacer frente a los problemas con componentes ambientales. Si bien en un comienzo sus resultados para garantizar el bien jurídico protegido fueron más bien acotados, en la última década ha tenido un gran impacto para canalizar las preocupaciones de la población sobre actividades riesgosas y, hasta antes de la creación de los Tribunales Ambientales, era la vía privilegiada para impugnar los actos de la Administración. Con relación a la jurisdicción contencioso-administrativa, el principio precautorio puede incidir, grosso modo, en la resolución de conflictos que tengan como origen el establecimiento de normas primarias o secundarias . Asimismo, puede ser un instrumento que colabore en la resolución de los conflictos que provengan de la evaluación de impacto ambiental de actividades o proyectos de inversión . Finalmente, este principio precautorio puede jugar un papel en la resolución de los conflictos que surjan en el contexto del procedimiento administrativo sancionador, particularmente en lo referente a las medidas provisionales que imponga la Superintendencia del Medio Ambiente . Por su parte, en los procedimientos de reparación de daño ambiental, aún no se ha invocado el principio precautorio, probablemente porque nuestro ordenamiento, en esta materia, ha seguido el enfoque clásico del derecho de daños sin contemplar mecanismos preventivos en su régimen de responsabilidad , ni reglas procesales que permitan al juez invertir la carga de la prueba o “repartirla” (prueba dinámica) . Sin perjuicio de no ser objeto de este artículo, es imposible no hacer mención a la facultad que tienen los Tribunales Ambientales, instituidos por la Ley N° 20.600, que crea los Tribunales Ambientales, de 28 de junio de 2012, contemplada en su artículo 24 -que forma parte de las disposiciones comunes . Esta disposición les permite decretar medidas cautelares, distinguiendo las conservativas de las innovativas. Esta institución ha sido utilizada en contadas ocasiones y hasta la fecha siempre ha sido a instancia de parte, pero existe una alta probabilidad que pueda alcanzar un “impulso precautorio”. En cualquier caso, el desafío está en que el mentado principio sea aplicado de manera que conduzca a decisiones judiciales coherentes y predecibles, para lo cual será necesario conjugar y ponderar dicho principio con otros, en particular con el de seguridad jurídica. Con el objeto de mostrar el estado del arte respecto a la aplicación jurisprudencial del principio precautorio en Chile, el trabajo a continuación se estructura de la siguiente forma: ii) breve reseña de la institucionalidad ambiental chilena; iii) legislación interna que contempla el principio o enfoque precautorio; iv) análisis de la jurisprudencia de los Tribunales Superiores de Justicia; vi) análisis de la jurisprudencia de los Tribunales Ambientales; y vii) conclusiones.