Abstract

En la zona central del Cordón de Chacabuco, Chile Central, se reconocieron y estudiaron un total de diez canteras o fuentes de aprovisionamiento lítico prehispánicas, desde la perspectiva de la arqueología y la geología, para comprender la dinámica de asentamiento de los grupos humanos, en función de la cultura y el ambiente. Se estudiaron las rocas y minerales usados como materia prima y las actividades evidenciadas en la secuencia de obtención de instrumentos líticos. Los materiales líticos presentes son de composición predominantemente silícea y, en menor medida, basáltica y andesítica. La metodología utilizada permitió contrastar la ubicación y funcionalidad de los sitios arqueológicos, con la caracterización de las materias primas líticas utilizadas y consiguiente articulación de áreas culturales no reconocidas previamente. La revisión de la información geológica disponible en cartas públicas, contrastada con la evidencia de terreno, permitieron establecer un punto clave en el estudio de las materias primas líticas y con esto, generar un modelo de aproximación a la detección y caracterización de canteras o áreas de obtención, el cual puede ser aplicado a otros contextos culturales y zonas geográficas.