Abstract

Prologar un trabajo siempre me ha representado una doble satisfacción: el honor que se te hace y el enriquecimiento que conlleva el estudio del trabajo. Me siento honrado por provenir dicha invitación por una parte de una prestigiosa Universidad del Bío- Bío, la que hace unos años pude conocer de cerca. En cuanto al trabajo en sí, destaco su robustez, en una triple dimensión: académica, institucional y territorial. Intentaré brevemente explicarlo. De la dimensión académica quiero enfatizar, en primer lugar, la pertinencia del tema que persigue: la innovación, y los actores implicados: las pequeñas y medianas empresas de la Región del Biobío, así como la propia Universidad. Es difícil, en los tiempos actuales, que una organización pueda sobrevivir haciendo solamente más y mejor lo que ha venido haciendo de un tiempo a esta parte. La globa- lidad del entorno en que nos toca vivir hace que sea cierto que en algún lugar existe al- guien capaz de hacer lo que tú haces, mejor, más rápido y más barato. La única respuesta a esa presión competitiva está en la innovación y en los actores mejor situados para su generación: las Pymes y las universidades. La innovación conlleva no sólo entrar en zonas de poca confortabilidad, sino más bien en buscar aquellos medios que te permitan adentrarte en aquello que aún no sabes que no sabes. Es un ejercicio al principio a ciegas, pero el trabajo que estoy prologando me ha dejado la sensación que facilita penetrar a todo el conjunto de actores, todos ellos de la mano, en ese inhóspito paraje, aunque al final del camino se encuentre el calor de la luz de la innovación. Siguiendo con la dimensión académica, destacaría la metodología utilizada en el traba- jo. Se establecen unos criterios para seleccionar a actores relevantes de la Región, se construyen herramientas acordes con el estado del arte del conocimiento científico, se sensibiliza a dichos actores seleccionados, se aplican las herramientas y se extraen los resultados obtenidos, para retroalimentar de nuevo el propio proceso innovador de la innovación. Me llama poderosamente la atención y la aplaudo, la dimensión institucional del trabajo. Se pisa el terreno, se explica, se debate entre los actores implicados y se acompañan todos ellos conjuntamente en dicho proceso. Pienso que el resultado institucional no puede ser otro que la construcción de unos poderosos vínculos entre universidad y empresa, entre académicos y gestores, entre contribuyentes y contribuidos. - El diagnóstico de las Pymes en un contexto productivo: Una mirada hacia la Innovación Todo ello conlleva a la dimensión territorial. Sin entrar en el detalle del dato específico en sí, obtenido por y para cada actor, pienso que se haría difícil discutir que dicho trabajo ha contribuido, de acuerdo con los ratios explicitados en la matriz de diagnóstico de productividad, de competitividad y de innovación a que el tejido económico del territorio, el entramado social y la universidad sean un poco mejor. Al leer el trabajo he observado cómo cambia el lenguaje utilizado, a medida que se avanza en el tiempo y el proceso, aún consciente de que estaba sólo leyendo transcripciones de una realidad más rica. Wittgenstein nos dejó dicho que los límites de nuestro lenguaje limitan nuestra realidad; el presente trabajo, presumo, ha acercado más a todo el conjunto de actores a una realidad más rica que les permitirá con su nueva percepción gestionarla mejor. Joan Mundet Hiern Catedrático de Organización de Empresas Universidad Politécnica de Cataluña, España.