Abstract

Este artículo señala, a partir del colectivo Con Mis Hijos No Te Metas (CMHNTM) y sus aliados en partidos de derecha popular (fujimoristas y sus partidos satélites), cómo los evangélicos políticos han capitalizado la lucha contra los derechos sexuales y reproductivos, por medio de la política institucional. Este sector de los evangélicos, que es minúsculo en comparación con la totalidad del protestantismo peruano, son líderes de megaiglesias, generalmente de corte neopentecostal, quienes asumen elementos de la teología dominionista, buscan implantar lo que ellos consideran valores del reino de Dios en la sociedad peruana. Sin importar el tamaño de este sector religioso, al contar con poder económico y mediático, han puesto en circulación dichos recursos que incluyen alianzas con sectores católicos como el Opus Dei y especialmente de la Moral Majority de Estados Unidos, para crear un enemigo que son las feministas y los grupos LGBT. Los medios de comunicación no religiosos, acostumbrados a la estridencia mediática, han puesto a CMHNTM y sus aliados en una posición de privilegio y ruido, los cuales están segmentados en dos partes: los líderes de sectores de clase media alta y las multitudes de las protestas, de sectores populares. La mayor parte de los evangélicos de sectores populares comparten valores con los evangélicos de niveles medios y altos, pero no su lucha política; no obstante, con la fuerza mediática de la repetición, la estridencia mediática y el conspiracionismo base de CMHNTM, pueden crear una verdadera base social que se oponga a los derechos sexuales y reproductivos, lo cual representaría una amenaza para la democracia peruana. Por el momento, los resultados electorales congresales de 2020, demuestran que el poder electoral de CMHNTM aún no apela a las motivaciones de muchos peruanos, incluyendo evangélicos, la mayoría de quienes desean la concreción de sus derechos humanos básicos, pero este panorama podría cambiar creando a un sujeto político evangélico que se refleje en la derecha popular de los evangélicos políticos.