Abstract

La inclinación de una cabeza, el capricho de una ceja o un cambio de posición pueden representar elocuentemente una amplia gama de emociones sin pronunciar una sola palabra. En este artículo analizamos una grabación de video de un estudiante maya- Tzeltal que muestra signos de estrés, frustración y ansiedad a través de su lenguaje corporal en el que se identificó 7 signos no verbales diferentes mientras resuelve un problema matemático. Los resultados de este documento tienen implicaciones integradoras para los cursos de capacitación docente en América Latina y en todo el mundo con el fin de obtener una pedagogía culturalmente relevante en la que la etnomatemática desempeñe un papel importante en el estudio de la interculturalidad y el bilingüismo de los estudiantes.