Abstract

En el entendido que el cuerpo constituye una categoría unificadora de la existencia humana, desde donde emergen nociones culturales fundamentales en torno a las nociones de persona, agencia y subjetividad (Turner, 1995; Le Breton, 2002), revisamos estudios etnográficos referidos al cuerpo en los Andes y sugerimos que el “corazón” no sólo constituye un interior anatómico que funciona como centro de un sistema de circulación de fluidos vitales (aire, grasa y sangre) y espirituales (sombra, doble o alma) por las distintas partes del cuerpo. Sino que éste crece y se desarrolla de manera orgánica a la formación de la persona, constituyendo una interioridad cuyos atributos delinean su semblanza en términos de energía, inteligencia, memoria y sensibilidad. A partir estos sentidos, exploramos las danzas del Carnaval Andino “Inti Ch’amampi, Con La Fuerza del Sol” que desarrolla en Arica (Chile) desde el año 2002 y proponemos que el “corazón” no sólo se representa como el centro de una experiencia que los/as bailarines/as definen genéricamente como “emoción”; sino que constituye el locus perceptivo de la relación sensorial que establecen con el mundo. Poniendo a contraluz la noción de persona y la producción subjetividad que se construye desde espacios urbanos complejos