Abstract

Introducción La participación activa en Chile de diversos misioneros pertenecientes a órdenes religiosas católicas, como Franciscanos y Capuchinos, junto a la presencia de metodistas y protestantes, adquirió especial importancia sobre todo desde la consolidación de la República una vez terminados los procesos de independencia de la corona hispana un poco antes de mediados del siglo XIX. Así el sur chileno vivió la instalación de diversas misiones en territorios cuya mayor parte estaban habitados por el pueblo mapuche, etnia con tradiciones e identidades poderosas con vínculos que se remontan a épocas prehispánicas. La llegada de los misioneros Capuchinos en 1848 – conocidos como “italianos”, aunque correspondían a Propaganda Fide – a estos territorios que mantenían una fuerte autonomía del naciente Estado chileno, implicó diversos procesos de cambios y transformaciones sociales, políticas y culturales, marcando las relaciones entre los misioneros, el Estado y los mapuche de negociaciones, conflictos y complejas convivencias. Más tarde en 1895, una vez finalizado el proceso de ocupación de estos territorios por el Estado chileno, llegan los Capuchinos bávaros que van a enfrentar nuevas condiciones políticas entre el Estado y los mapuche, aspectos que se van a reflejar en diversas transformaciones territoriales, culturales y sociales para todos los actores involucrados. En este sentido llama la atención la rápida expansión de las misiones por los territorios del sur de Chile (hoy Región de La Araucanía, Los Rios y Los Lagos, Chile)