Abstract

Las Partículas Biológicas o Bioaerosoles se definen como un material particulado compuesto por microorganismos o agentes biológicos que pueden llegar a causar afección a los seres vivos; éstos pueden ser originados principalmente por fuentes naturales o antropogénicas, registrando una gran variedad de tamaños, donde se permite considerar como de mayor importancia aquellas partículas que alcanzan los alvéolos pulmonares por el riesgo que implica para la salud. Los Bioaerosoles utilizan la atmósfera como un medio rápido para su dispersión, siendo su comportamiento aerodinámico similar al del material particulado, combinado con las características propias derivadas de su origen biológico. Los Bioaerosoles están regidos por sus propiedades físicas así como por las condiciones medioambientales, en donde las primeras se encuentran estrechamente ligadas con los movimientos brownianos y la fuerza gravitacional, principalmente, que contribuyen a regular su difusión en la atmósfera; en cuanto a las condiciones medioambientales, éstas se encuentran relacionadas con la viabilidad de las partículas determinando la supervivencia de los microorganismos, además de influir en su dispersión. Estos aspectos permiten que las partículas permanezcan suspendidas en el aire y recorran distancias que varían desde unos metros hasta varios kilómetros, convirtiéndose en un serio problema de salud pública debido a su capacidad de actuar como focos epidemiológicos.