Abstract

Resumen: Este artículo analiza la revuelta social de octubre de 2019 en adelante, en Chile, a partir de una investigación cualitativa realizada en tres regiones del país: Santiago, Valparaíso y Concepción. Se plantea que, si bien ésta puede ser considerada como un evento cúlmine del ciclo movilizaciones iniciado en 2006, ésta presenta elementos que la distancian de dicho proceso. (a) Una parte de estas protestas tomaron la forma de un estallido social y, si bien sus demandas convergieron con las expresadas en movilizaciones anteriores, éstas no fueron conducidas por las organizaciones que participaron en ese proceso. Eso implicó que la masividad, los repertorios de protesta, la difusión y las formas de convocatoria de las movilizaciones alcanzaron a personas que previamente no se habían manifestado en la calle y que tampoco estaban vinculadas con partidos u organizaciones sociales. (b) En segundo lugar, se propone que los sentidos políticos generados a partir de las protestas permiten comprender, en gran medida, el éxito electoral de los independientes en la elección de los integrantes de la Convención Constitucional en octubre de 2020.