Abstract

Desde que el 11 de marzo del 2020, el Covid-19 fue declarado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud, éste avanzó rápidamente en América Latina, en marzo ya todos los países registraban casos, en un inicio, casos importados traídos por personas que regresaban de sus vacaciones para luego convertirse en casos autóctonos que se duplicaron con una velocidad promedio de tres días en Brasil, Chile y Perú y de dos días en México (Huenchuan, 2020a). La velocidad de expansión de la enfermedad implicó que los países adoptaran diferentes medidas para contener el virus desde la implementación de insumos médicos para las unidades de cuidados intensivos a las medidas de confinamiento de la población con énfasis en las personas adultas mayores. Estas medidas para contener el virus no solo pusieron en evidencia las desigualdades sociales presentes en los diferentes países, sino que planteó también problemas éticos como que hacer en caso de “la última cama” o del “último respirador” así como la limitación de la capacidad de decisión y de la autonomía de la persona mayor. En este resumen se hará un análisis de algunos de los derechos de las personas mayores que se han visto afectados por las medidas tomadas para contener la pandemia.