Abstract

Este trabajo descriptivo presenta una ampliación y actualización de los datos del inventario de emisiones del transporte terrestre en Chile, considerando registros de consumo de combustibles, flota vehicular, requisitos más estrictos en las normas de emisión e inclusión de motocicletas como categoría vehicular. Este inventario se basa en metodologías previa, incorporando los datos disponibles más recientes, con el fin de calcular la actividad de transporte para obtener una estimación actualizada de las emisiones del transporte, ofreciendo mapas espacialmente distribuidos de alta resolución para Chile. El artículo presenta una estimación detallada de las emisiones de contaminantes de escape generadas por la actividad de transporte por carretera de Chile para el período 1990-2020. Las emisiones se proporcionan en alta resolución espacial (0,01º x 0,01º) sobre Chile continental desde 18,5 S hasta 53,2 S, incluidos los contaminantes locales (CO, COV, NOx, PM2,5), el carbono negro (BC) y los gases de efecto invernadero (CO2, CH4). La metodología considera 70 tipos de vehículos, basados en diez categorías de vehículos, subdivididos en dos tipos de combustible y siete estándares de emisión. La actividad de los vehículos se calculó en base a las bases de datos oficiales de registros de vehículos y conteos de flujo de vehículos. El consumo de combustible se calculó en función de la actividad del vehículo y se contrastó con las ventas de combustible, para calibrar el conjunto de datos inicial. Los factores de emisión provienen principalmente de COPERT 5, adaptados a las condiciones locales de las 15 regiones políticas de Chile, en base a estándares de emisión y calidad de combustibles. Si bien la flota de vehículos se ha quintuplicado entre 1990 y 2020, las emisiones de CO2 han seguido esta tendencia a un ritmo más bajo y las emisiones de contaminantes atmosféricos locales han disminuido, debido a tecnologías de reducción más estrictas, una mejor calidad del combustible y el cumplimiento de las normas de emisión. En otras palabras, ha habido un desacoplamiento entre el crecimiento de la flota y la tasa de cambio de las emisiones. Los resultados se contrastaron con estimaciones de inventarios globales (EDGAR, CAMS, CEDS), mostrando similitudes en las estimaciones de CO2 y diferencias notables en PM, BC y CO; en el caso de NOx y CH4 hay coincidencia solo hasta 2008. En todos los casos de resultados divergentes, los conjuntos de datos globales estiman emisiones más altas.