Abstract

Disponer de información apropiada sobre la composición nutricional de alimentos, es fundamental para establecer el aporte energético y etiquetado nutricional de éstos, favoreciendo la comercialización de los alimentos. Las Tablas de Composición de Alimentos (TCA) o Bases de Datos de Composición de Alimentos (BDCA), son utilizadas para formular las dietas a diferentes grupos etarios o pacientes, y con fines de planificación y educación alimentaria. Los nutrientes contenidos, varían en cuanto al tipo, origen y periodos de producción del alimento. Por esto, muchos países han elaborado TCA o BDCA propias. La TCA chilena fue desarrollada por la Universidad de Chile en 1961, su última edición es de 1990–1992 (TCA-Chi1990), ésta sigue siendo una de las principales fuentes utilizadas por la industria nacional de alimentos y profesionales de la salud. En este estudio, se evaluó la TCA-Chi1990 comparándose con otras tablas latinomericanas, para determinar la necesidad de una nueva versión o generación de una BDCA chilenos. Se realizó la revisión documental de las TCA vigentes por alcance, naturaleza, tipo de nutrientes abordados, cantidad y grupos de alimentos. Se determinó que la TCA-Chi1990 cuenta con 431 alimentos clasificados en 15 grupos. Las TCAs Latinoamericas más recientes publicadas son de: Colombia (2018; 16 grupos, 773 alimentos), Ecuador (2018; 12 grupos, 237 alimentos); Perú (2017; 15 grupos, 1405 alimentos); Centroamérica (2012; 22 grupos, 1169 alimentos); Argentina (2010; 10 grupos , 427 alimentos), Uruguay ( 2002; 13 grupos, 396 alimentos) y Venezuela (1999; 14 grupos , 624 alimentos). El dinamismo de la industria y la promulgación de la Ley 20.606/2012 han impulsado la comercialización de muchos productos manufacturados, quedando la TCA-Chi1990 con información insuficiente. Además, por tema metodológico, las informaciones de las proteínas y fibras dietarías no están actualizadas. Reconociendo el gran aporte que significa la TCA-Chi1990, los antecedentes expuestos permiten concluir que es necesario realizar una urgente actualización de ésta y generar una BDCA dinámica, que permita disponer de datos actualizados de composición de alimentos chilenos, para el uso de sectores como profesionales de la salud, educación, industria, gobierno y público en general.