Abstract

La Patagonia chilena incluye 100.627 km de borde costero, incluyendo 40.050 islas, numerosos fiordos y canales, lo que genera un alto grado de complejidad geomorfológica e hidrográfica y la transforman en una de las zonas mega-estuarinas más grandes del mundo. Estas y varias otras características generan ecosistemas marinos que pueden considerarse estructural y funcionalmente únicos, así como “hotspots” de biodiversidad. En este capítulo se realiza una revisión bibliográfica amplia y se releva a los mamíferos y aves marinas desde una perspectiva operacional, como especies focales, con el objeto de analizar y sugerir acciones de conservación que permitan minimizar impactos antropogénicos y resguardar la integridad ecosistémica de la Patagonia, al considerarla como un refugio ante el cambio climático. Además, y como recomendación central, se propone considerar a las especies focales como de gran utilidad para guiar la priorización en procesos de manejo y conservación, dada sus características como especies paraguas, ecológicamente importantes, indicadoras y centinelas, con el objeto de alcanzar estándares de conservación de escala mundial en la Patagonia chilena.