Abstract

La producción de alimentos, especialmente de carne, ejerce una fuerte presión sobre el medioambiente afectando recursos cruciales para los territorios tales como agua, biodiversidad, energía, clima y seguridad alimentaria. Los consumidores toman diariamente decisiones que contribuyen aumentar o disminuir la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, en función de sus opciones de compra y acciones individuales. Este estudio pretende aportar el debate sobre el consumo de carne y valoración de prácticas asociadas a sistemas productivos ambientalmente más amigables. La población general y, los consumidores en particular, no logran percibir las diferencias entre sistemas productivos de baja o alta intensidad y sus impactos sobre el medio ambiente. Esto afecta la viabilidad económica de las explotaciones ganaderas tradicionales que cumplen un rol fundamental en la conservación del paisaje y amenaza la continuidad de una labor productiva de alto valor ecológico, cultural y patrimonial. Para analizar en profundidad la valoración de los sistemas productivos de carne y valores personales asociados a la sostenibilidad en el consumo de productos de origen animal, este trabajo combina dos metodologías de análisis. En primer lugar, se desarrolla un experimento de elección para identificar los atributos más valorados por los consumidores en la producción de carne de cordero. En segundo lugar, para explorar factores motivacionales y valores personales que inciden en las elecciones de los alimentos, se empleó el Portrait Value Questionnaire (PVQ) de Schwartz y escalas para medir las actitudes de los consumidores hacia los alimentos y el medioambiente. Se utilizó el análisis por correspondencia para verificar las relaciones entre los valores personales y las actitudes de 396 consumidores del área metropolitana de Barcelona. De los resultados se desprende que los consumidores manifiestan una mayor disposición a consumir carne de origen nacional, de raza autóctona y con certificación de bienestar animal. Se observa un mayor interés por el consumo de alimentos saludables y por informarse por prácticas de producción animal. No obstante, este interés no siempre se traduce en la compra de alimentos sostenibles. Existen diferencias individuales en la disposición a adoptar un comportamiento pro-ambiental planteando una tensión entre los intereses individuales y colectivos que influyen en las decisiones de compra de alimentos. En general, los hallazgos de este estudio aportan a la definición de estrategias de comercialización diferenciada para pequeñas explotaciones ganaderas, aprovechando el interés de los consumidores por productos de alto valor ambiental. Por ello es relevante comunicar los beneficios sanitarios, medioambientales y sociales relacionados con la producción y consumo de carne procedente de sistemas productivos más ambientalmente amigables y por cadenas de valor que conectan paisajes y ecosistemas con experiencias