PINO RADIATA Y EL MILAGRO DE LA RECUPERACIÓN DE SUELOS EN CHILE
Keywords: pino radiata
Abstract
36 MUNDO FORESTAL AGOSTO 2023 37 MUNDO FORESTAL AGOSTO 2023 reducen la erosión del suelo y embellecen el paisaje. ¡Cada árbol plantado cuenta! En cualquier estrategia deben existir especies nativas y naturalizadas, estas tienen características distintas, las nativas tienen normalmente problemas de adaptación cuando se destruye su hábitat y las naturalizadas normalmente pioneras como el pino radiata son más plásticas. Cuándos los árboles desaparecen por la expansión de las poblaciones humanas, se produce un gran retroceso en la sucesión ecológica del paisaje, la erosión que es el cáncer del suelo se enseñorea, la escorrentía superficial lleva las partículas de tierra que ya no tienen freno aguas abajo, donde los ríos y las costas se tiñen de café, producto de los miles y miles de toneladas de tierra que se pierden en el mar. Luego vienen las lamentaciones sociales y económicas, ya que no será tan fácil recuperar la productividad de los suelos y las inundaciones de eventos extremos causaran desastres sobre las poblaciones aledañas. Desde fines del siglo XIX hasta alrededor de 1930 la destrucción ecológica del bosque nativo del país, de acuerdo con los historiadores y poetas, cobró ribetes de tragedia. No obstante, una serie de hombres sabios tanto extranjeros como chilenos, tuvieron una idea para detener esta tragedia sin igual, buscar especies que se adapten a estos nuevos paisajes y territorios degradados, quemados, sobre explotados, donde las especies nativas ya no encontraban su hábitat, ya que la tierra se había ido, con el agua hacia el mar. Después de muchos esfuerzos de introducción de especies, aparece a través de ensayo y error una especie sin igual, conocida como pino radiata, la cual había comenzado a llamar la atención por su plasticidad y rusticidad en suelos severamente degradados por el uso y abandono de la producción de cereales en Chile. El pino radiata fue introducido en el país en 1887 por un agricultor de la región del Biobío, quien trajo semillas desde California, plantándolas en el cerro Caracol, en la Quinta Junge. Posteriormente, debido a su valor comercial, sobre todo de sus resinas, esta especie forestal se cultivó también en Lota, Chiguayante y zonas cercanas. Su éxito y popularidad creció por su facilidad de domesticación, rápido crecimiento, capacidad de colonizar suelos degradados, fácil manejo de las plantaciones cuando se establece en climas y suelos apropiados, trabajabilidad y los cientos de productos que se pueden obtener de su madera y de sus relaciones simbióticas con hongos comestibles. Esta conífera colonizadora perteneciente al género Pinus, evolucionó hace unos cien millones de años, extendiéndose desde los centros del este de América del Norte y el oeste de Europa a lo largo de las latitudes medias del supercontinente Laurasia. Pero no fue hasta principios del Terciario, que el género fue fragmentado por los cambios climáticos globales y la tectónica continental en refugios latitudinales, Los árboles forestales, y en especial el pino radiata (Pinus radiata), pueden absorber el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo dentro de su sistema como biomasa. En un estudio realizado el 2010, antes de los grandes incendios forestales, y en una Proyección Forestal Regulada, donde, el volumen asociado a cada edad, categoría de especie, macrorregión, propietario, sitio y manejo, permanece constante en el tiempo dado que su superficie es constante, las plantaciones representaban un inventario de carbono (C) de aproximadamente 44,5 millones de toneladas, lo que equivale a 163 millones de toneladas de CO2 equivalente y el 73,3% correspondía a pino radiata 1. Sin embargo, su aporte en la captura de CO2 atmosférico será solo una ilusión si no se establece un programa de tolerancia cero a los incendios forestales y un programa de promoción del valor ambiental de esta especie forestal. No obstante, la importancia climática de mantener e incrementar la cobertura forestal, el enfoque de ver a los árboles y el bosque solo como un sumidero de carbono es una visión limitada. Por lo tanto, se debe promover una visión más holística sobre cómo la silvicultura contribuye no solo a la mitigación y adaptación al cambio climático, sino también al aumento de la biodiversidad y al incremento en la provisión de los servicios ecosistémicos que ofrecen los bosques. Lamentablemente, existe una mezquindad en diversos grupos en reconocer la importancia de las plantaciones de pino radiata para proveer servicios ecosistémicos. El rechazo a las plantaciones forestales se sustenta en consideraciones ideológicas, mitos y desinformación que impiden avanzar hacia una estrategia forestal integrada (bosques naturales y plantaciones) y que hoy se la conoce como Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN). Dentro de estas soluciones, la más adecuada es plantar, forestar, reforestar, restaurar, rehabilitar, y tanto otros nombres, que en vez de simplificar tienden a confundir a la opinión pública. Plantar es la acción de crear vida vegetal, mediante la plantación de árboles donde estos han sido destruidos o mal utilizados o donde por azar no estaban presente. Plantar árboles es una contribución significativa para la salud del planeta, ya que los árboles absorben dióxido de carbono y proporcionan hábitats para la vida silvestre. También mejoran la calidad del aire
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Título de la Revista: | MUNDO FORESTAL |
Fecha de publicación: | 2023 |
Página de inicio: | 36 |
Página final: | 39 |
URL: | https://www.researchgate.net/publication/374508377_PINO_RADIATA_Y_EL_MILAGRO_DE_LA_RECUPERACION_DE_SUELOS_EN_CHILE#fullTextFileContent |