Abstract

El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta de gestión medioambiental cuya finalidad es analizar de forma cuantitativa, metódica, sistemática y científica, el impacto ambiental originado por un producto, proceso o actividad a lo largo de su ciclo de vida; es decir desde la extracción de las materias primas hasta la disposición final tras su uso. Esta aproximación completa hace del ACV una herramienta sólida para medir la sostenibilidad de nuestras elecciones y decisiones ante las diferentes acciones que tienen lugar en todo territorio. En sus inicios, el desarrollo metodológico de los enfoques de Ciclo de Vida estuvo impulsado por la Sociedad de Química y Toxicología Ambiental (SETAC), con un claro enfoque cuantitativo y centrado en la evaluación de los impactos ambientales. En la actualidad, la Iniciativa del Ciclo de Vida (acogida por ONU Medio Ambiente) es la asociación público-privada que proporciona un foro mundial para garantizar un proceso de consenso basado en la ciencia, facilitando la aplicación del pensamiento de ciclo de vida en la agenda global de desarrollo sostenible. La presión normativa y social en el ámbito ambiental es cada vez mayor, situación que hace indispensable identificar y cuantificar los impactos asociados a los productos, procesos y/o servicios que se desarrollan y se ponen en los mercados nacionales e internacionales. En este escenario, el ACV constituye una de las herramientas más importantes para poder tomar decisiones operacionales de mejora ambiental de procesos, o estratégicas de introducción o posicionamiento en el mercado al corto, mediano o largo plazo. También con alcance de ciclo de vida pero centrado en un único impacto, la Huella de Carbono es el indicador que mayor atención ha ganado en los últimos tiempos, permitiendo cuantificar la contribución al cambio climático de cualquier producto, proceso o actividad, más allá de los grandes emisores de gases de efecto invernadero cuya contribución se contabiliza a través de los inventarios nacionales.