Abstract

El gobierno de Chile, a través del Instituto Antártico Chileno (INACH), ha implementado durante los últimos tres años una amplia y robusta red de monitoreo ambiental desplegada a lo largo de la Península Antártica, Islas Shetland del Sur y Glaciar Unión. La Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas en Antártica (LEMA) corresponde a una iniciativa estatal y permanente que pone a disposición de la comunidad científica y público general datos meteorológicos, oceanográficos y glaciológicos medidos in situ en territorio antártico. Este programa se alinea a la Política Antártica Nacional, contribuyendo a la comprensión de los efectos del cambio climático global en la Península Antártica y sus alrededores. Actualmente, la red cuenta con 13 estaciones automáticas de monitoreo, cuya instalación y mantenimiento periodico es posible gracias a un esfuerzo coordinado entre diferentes instituciones del país (INACH, Dirección Meteorológica de Chile y Fuerzas Armadas). Las estaciones (Figura 1) han sido ideadas para una rápida instalación, resistir condiciones climáticas adversas y ser autónomas energéticamente; registrando y transmitiendo datos aún durante la época invernal. La red LEMA inició su etapa de prueba con cuatro estaciones, instaladas en la campaña de verano 2022. Durante su primer año de funcionamiento se registraron fallas en algunos sensores y el sistema de energía; las que fueron resueltas en las siguientes campañas antárticas, sumando la instalación de otras nueve estaciones multiparamétricas. Ya en su tercer año, la red opera eficientemente, transmitiendo datos cada seis horas a una plataforma web pública para visualización y descarga de la información (www.redsensoresinach.cl). INACH suministra a la red LEMA de una sólida infraestructura computacional, un laboratorio de instrumentación y un equipo de profesionales expertos en monitoreo que garantizan la continuidad operativa de la red. Con más de un año de mediciones ininterrumpidas en Antártica, la red LEMA ha registrado eventos meteorológicos extremos (e.g. olas de calor), en áreas previamente no monitorizadas, proporcionando información relevante e inédita a la comunidad científica internacional.