Abstract

Proponemos aquí que la política cultural de la RPCh, conocida como diplomacia cultural, fue efectiva en proyectar una imagen positiva del país asiático en ciertos sectores del campo intelectual a inicios de la década de los cincuenta, durante los primeros años de su fundación. A través de sus publicaciones y otras acciones, Olga Poblete, destacada intelectual y política, abrazó la transformación revolucionaria china, entonces alineada con el proyecto soviético. Primero abordamos la figura de Poblete, considerando su trayectoria y activismo por la paz; luego el viaje de Poblete a China en el marco de la diplomacia cultural de la RPCh, para cerrar finalmente con su entusiasmo por el proceso revolucionario chino en la obra Hablemos de China nueva y su análisis de la emancipación femenina en aquel contexto. A modo de conclusión, analizamos cómo el texto arroja una imagen positiva sobre la República Popular China, constituyendo un caso de éxito de la diplomacia cultural del país asiático.