Abstract

Un humedal no corre como un río hacia el mar, descansa sobre su propia historia. Juega a esconder bajo su manto, una verdad, que aparece y desaparece, como espíritu guardián de la tierra. Las memorias sumergidas bajo las aguas del río Cruces han podido hilar su historia a partir de la investigación de un grupo de personas que, desde distintas disciplinas, han cruzado sus saberes y compartido sus descubrimientos. Relatos de amor, luchas, terremotos, viajes en barco, son el testimonio de las transformaciones sociales y geográficas de un territorio que aún lucha por la defensa y conservación de sus paisajes.