Abstract

La jurisprudencia ambiental reciente ha incorporado el cambio climático como elemento a considerar en la interpretación del marco jurídico vigente. Dos son los elementos que permiten justi<car esta evolución jurisprudencial, las reglas de apreciación de la prueba regulada en el artículo 35 de la Ley N° 20.600, por una parte, y el principio precautorio, por otra. En esta perspectiva, el presente trabajo propone un análisis de un caso iniciado por una acción de reclamación contra la autoridad ambiental (SEA), por no haber considerado debidamente las observaciones de terceros (artículo 17 N° 6 de la Ley N° 20.600), el que nos permitirá constatar, lo que podemos considerar como una “reciente tendencia jurisprudencial”. En particular nos referimos a una controversia motivada por el impacto de la actividad minera en las aguas subterráneas ubicadas en un territorio vulnerable frente a los impactos del cambio climático (Caso “Cerro Colorado”, Sentencia del Segundo Tribunal Ambiental R-141-2017).