Abstract

Introducción: La pandemia por COVID-19 influyó en el acceso y disponibilidad de alimentos saludables, afectando los niveles poblacionales de obesidad. La obesidad afecta mayormente a mujeres, especialmente a aquellas más desfavorecidas, cuyas decisiones alimentarias dependen en gran medida de sus familias, quienes representan un apoyo social para ellas, permitiéndoles seguir o no las recomendaciones alimentarias. En familias más funcionales los hábitos alimentarios tienden a ser más saludables, pero esto no ha sido estudiado en mujeres adultas durante una crisis sanitaria como la actual. Objetivo: Evaluar la relación existente entre la percepción de mujeres de escasos recursos sobre su alimentación y su funcionalidad familiar, durante la pandemia por COVID-19. Métodos Estudio transversal, probabilístico. Participaron chilenas de entre 30 y 60 años, que vivían con su pareja/marido y al menos un hijo/a entre 11 y 20 años, en vecindarios vulnerables de Arica, Santiago y Temuco. Se aplicaron 3 instrumentos: 1) Un Cuestionario de antecedentes socioeconómicos y salud, 2) Un cuestionario de efectos COVID-19 en la alimentación y salud, 3) La Escala de Funcionalidad Familiar FACES lV, adaptada culturalmente al contexto chileno. Debido a la contingencia por COVID-19, la recolección de datos fue realizada vía telefónica. Resultados Participaron 121 mujeres, con edad promedio de 45,4 años (DE=7,8); un 28% pertenecía a familias funcionales (FF) y un 72% a familias de funcionalidad media (FM). La proporción de mujeres que percibió que su alimentación empeoró durante la pandemia fue mayor en las de familias FM que en las de FF (47,6% vs 41,2%). Además, en aquellas mujeres con FM, una mayor proporción tendía a percibir que comía más que antes (53% vs 47,1%) y de peor calidad (26,5% vs. 23,5%). Conclusiones La funcionalidad familiar podría estar influenciando la percepción de mujeres de escasos recursos sobre su alimentación, durante la pandemia por COVID-19.