Abstract

Chile es la experiencia más reciente en el uso sostenido de mecanismos de participación ciudadana en un proceso de reemplazo constitucional. Aunque esta participación mantuvo cierta consistencia en los tres procesos desarrollados entre 2015 y 2023 —recogiendo buena parte de la experiencia comparada—, los textos propuestos no lograron obtener el respaldo ciudadano en sus respectivos plebiscitos de salida. Por ello, resulta pertinente analizar con mayor profundidad estos procesos, desde el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet hasta la actual administración del presidente Gabriel Boric, para dimensionar el real impacto de la participación en el curso de los procesos constituyentes. Este libro describe con detalle cómo se desarrolló la participación ciudadana en cada uno de los tres procesos constituyentes, identificando sus principales características, fortalezas y limitaciones. Asimismo, se exploran elementos de continuidad que permiten hablar de un macroproceso: los contenidos más debatidos, los actores que intervinieron, así como el proceso de participación indígena como un eje común, aunque diferenciado, en las tres etapas. Finalmente, se plantea que la experiencia chilena puede proyectarse como un estándar participativo de referencia para futuros procesos constituyentes, en especial por su incorporación temprana de herramientas digitales. Esta dimensión tecnológica abre nuevas posibilidades para repensar la relación entre ciudadanía, deliberación y legitimidad constitucional.