Abstract

El Turismo Científico (TC) consiste en viajes de investigadores, estudiantes y voluntarios, ya sean individuales o en grupo, que trabajan en el diseño e implementación de un viaje que incluye el apoyo logístico de los proveedores de servicios turísticos. También incluye experiencias de visita que transmiten eficazmente el conocimiento científico al público general. Con base en esto, el TC puede contribuir al desarrollo y la gestión de un destino o territorio, fortaleciendo la movilidad vinculada a la investigación, la educación, el arte y la divulgación científica. También puede vincularse con diversas modalidades de turismo existentes y ampliamente reconocidas, como el turismo rural, el turismo de aventura, el turismo cultural, el ecoturismo, el turismo industrial y el geoturismo, entre otras. Mencionado por primera vez en la década de 1980 (Bourlon y Mao, 2011), el turismo científico ha evolucionado significativamente en la última década, impulsado por las políticas públicas y el interés de diversos actores: investigadores, visitantes, profesionales del sector, comunidades anfitrionas, universidades e instituciones de investigación, organizaciones sin fines de lucro, gobiernos y empresas especializadas. Actualmente, la creciente participación de los visitantes en iniciativas de investigación para el desarrollo de destinos turísticos también ha impulsado el surgimiento de nuevas dinámicas turísticas, estrechamente vinculadas al patrimonio y las instituciones culturales de estos territorios. Este proceso señala cambios en las motivaciones y el comportamiento de los visitantes, dando lugar a nuevas tendencias turísticas que se alejan del turismo tradicional de sol y playa y del turismo de masas.